Las hojas que han caído en mis manos no presentan índice ni discriminación temporal alguna. Desconozco también a qué porcentaje de su opera omnia alcanza este conjunto de poesías. Como no me atrevo a establecer ni orden ni jerarquía entre ellas, he optado por seguir la numeración que aparece manuscrita a bolígrafo en la parte superior derecha de los folios. Cuando no presentan un título explícito, los encabezo con su primer verso. Mucho me malicio que este legajo de poemas que yo he encontrado accidentalmente, un día de escrutinio y limpieza, insertos en un gran sobre blanco entre el barullo de mis papeles, estuvo en algún tiempo en poder de Chisum. Y hasta juraría que fue éste quien los mecanografió, pues no me consta que Andrés haya gozado ni del instrumento ni de la habilidad técnica para hacerlo, a partir de los manuscritos que el propio poeta le fue entregando, de a poco o todos de una vez. Es cosa sabida la relación de mutua amistad y admiración que Andrés y Chisum se han merecido desde siempre.En suma, que el orden en que irán saliendo estas composiciones se debe tan sólo a ese misterioso número que, sin saber con qué justificación ni propósito concreto, encabeza la única copia de la que yo tengo noticia y que ahora atesoro entre mis manos. El poema que lleva el número dos es el que sigue, de tema amoroso y que por algunos recuerdos que yo guardo sobre el asunto que trata, me atrevería a fechar entre los años 1987 y 1989. Como en el caso de El alambrista, dejo el comentario que me merece para la próxima entrada del blog.
¡Eres tú amor…! (de Andrés Rastrilla)
¡Eres tú amor
el que me me ha robado el corazón
y me ha llenado de dolor!
No sé dónde te encuentras,
pero ando por la vida
dando muchas vueltas,
buscando tu guarida.
Me siento amargado
pues tú mi corazón me has robado.
¿Te has buscado por ahí otro amor?
Me siento triste,
mas en ti he pensado
la última noche
que tú me diste.
Recuerdo tus ojos, tus ojos,
tus cabellos,
noté en ellos
unos rojos destellos.
No sé dónde estás,
no te encuentro.
¿Te has reído de mí?
Pues he mirado
por allá y por aquí.
Encontraré a otra
más buena y madura,
que no me deje como tú,
lleno de tanta locura,
lleno de amargura.
¡Eres tú amor
el que me ha robado el corazón
y me ha llenado de dolor!
No sé dónde te encuentras
pero ando por la vida
dando muchas vueltas
buscando tu guarida.

No hay comentarios:
Publicar un comentario