Es bien sabido que, incluso por encima de la poesía, Andrés se debe a otra pasión, su intenso forofismo por el FC Barcelona. Su afición es antigua, pues tengo guardada la imagen de un Rastrilla adolescente, casi niño, con una radio destartalada (con una alambre sucia y retorcida de antena), en la plaza de la iglesia, siguiendo una eliminatoria europea del Barça. Pero, de manera harto sorprendente, la única poesía dedicada a su gran pasión hace alusión a un partido de la liga de baloncesto (ACB) en el que esta sección del Barça ganó el título. Sorprendentemente Rastrilla, que sepamos, no ha poetizado ninguna de las dos copas de Europa de fútbol conseguidas por su amado club, ni ningún otro de sus éxitos deportivos.
El poema, que hay que confesar que es bastante malo, (demasiado forzado por la ocasión), tiene sin embargo la virtualidad de poder ser datado con precisión, por su vinculación con el hecho histórico al

que hace referencia. En la temporada 85/86 el Real Madrid habia vencido al Barcelona por dos partidos a cero en la final ACB. Era el tercer título consecutivo para el Real, demasiado castigo para la afición del Barça. En la temporada siguiente, la 86/87, el Barcelona quedó primero en el grupo A1 y alcanzó la final de dicha ACB. Su rival, el
Ron negrita Joventut de Badalona. El año fue muy propicio para los intereses del Barça, pues ya había logrado la copa korac ante el Limoges francés y la copa del rey ganada en Tenerife al propio Joventut por 110-102. La euforia desatada por todas las razones antedichas, y por el alto seguimiento que en aquellos tiempos tenía el baloncesto, explica que la inspiración poética de Andrés llegara a un tema tan caduco. Cabe decir, además, que, tal cual cuenta Andrés, Kenny Simpson fue la gran estrella del partido, pues a cuatro segundos del final colocó el definitivo 99-101 a favor del Barça con un triple sobre el sonido de la bocina.
Largo comentario merecería la pasión irracional que Rastrilla ha sentido y siente por el Barça. Una de sus características más llamativas es su capacidad para encajar las críticas ajenas (abundantes, teniendo en cuenta su profesión de camarero), y las insobornables tenacidad y contumacia en sus argumentos. Pero eso lo dejaremos para cuando cuadre.
Último enfrentamiento en la liga de baloncesto (Andrés Rastrilla)
Escúchenme esta noticia bona,
pues señores, ganó ayer el Barcelona.
Ante todos los espectadores
ganó el Barcelona ante el Juventut de Badalona
y dejó helados a todos los seguidores.
Simpson metió la última al cesto
pues los jugadores
Epi y Jiménez
hicieron el resto.
A los hinchas les gusta más
el entrenador del Barcelona,
Aito García Reneses,
pues dicen que es buena persona
porque entrena para meter
muchas canastas de tres.
El Barça se jugaba la papeleta
pues los hombres azulgranas
dejaron al Ron Negrita en la cuneta.
Con el Juventut de Badalona
tampoco quiero quedar mal,
pues quiero destacar
al capi, José María Maragall,
también los bases, Jofresa y Montero,
pues éste último, en las canastas de tres,
es el primero.
Hoy el Barcelona tiene otra salsa,
allí se oirá otra comparsa
que gritará: ¡Viva el Barça!
porque tú eres campeón.
¡Eres tú, Barcelona,
campeona de baloncesto,
pues así se demuestra
que sabes meter los balones
bien en el cesto!
Y me callo y basta:
el Barcelona es el mejor en la canasta.
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